LA LIMPIEZA COTIDIANA DE LA OBRA



En muchos casos se encuentran policromías erosionadas, desgastadas o daños en la pátina por un exceso de celo en la limpieza de las obras de arte que mantienen, sobre todo, el coleccionista particular. Instituciones como Museos y Galerías tienen profesionales que saben como acometer esta labor.

A la obra de arte, a un cuadro, una escultura, una imagen sacra, etc. sólo se le debe quitar el polvo, nada más. Cualquier otra labor de limpieza debe ser acometida por un profesional.

Desde aquí recomendamos el empleo de un plumero suave, limpio, empleado muy por encima de la obra, casi sin rozarla, y por supuesto sin rayarla, el suave vaivén con el que se debe mover, muy despacio, será suficiente para evitar una acumulación de polvo en la obra.

En las pinturas NUNCA sebe tocarse la superficie pictórica, sólo elimnar el polvo del marco y una vez cada dos o tres meses de la parte trasera del cuadro.

NO se deben aplicar productos de limpieza ni utilizar trapos en lugar de plumeros, ya que las telas erosionan.